INCULTA

Fui la semana pasada a una exposición de arte una nueva galería céntrica, una de esas salas tipo galpón que están muy de moda dentro del ultimo tiempo y el solo hecho de ingresar ya esta aportando culturalmente a tu curriculum social aristócrata.

Mientras los muy en boga y críticos comensales de la galería comentaban la técnica, los trazos y los colores utilizados por el artista, yo me paraba frente a una de sus obras y con la cara más seria que poseo y aparentando una estampa fiscalizadora critica, trataba de analizar la pintura que estaba en frente mío, con mi cabeza levemente doblada hacia la izquierda, en verdad no se mucho de arte solo me importaba si me gustaban las formas, textura y tonos … no tenia idea de que material había ocupado, ni su técnica especifica y desde ahí me considere una ignorante en el tema, me preocupé y mucho obviamente , cero cultura artística , me sentí rara , me quería ir , salir de todo eso que no me pertenecía, pero aún me quedaba un exquisito piscosour en mi mano, así, seguí posando frente a las obras tratando de entender mientras bebía y bebía, seguía paseando con mis brazos cruzados y un andar lento frente a los cuadros ordenadamente alineados que estaban colgados en una impecable pared blanca , hasta que llegue a uno que era diferente de los otros, esta pieza era con colores muy fuertes y con pinceladas gruesas y ahí me quedé.

Me imaginé al pintor y su inspiración y pensé - este loco te apuesto que se levanto y pensó que le faltaba un cuadro para terminar la serie, por que iba exponer en unos días más y agarró un par de colores rojizos, por que estaba mal genio y acelerado, quizás esos tonos reflejaban su estado de animó y se embaló pintando y mientras lo hacia se emocionaba cada vez más y le empezó a tirar los frascos con otros colores poco combinables y así siguió mucho rato.

No se cuanto tiempo estuve frente a la pintura, no fue poco, por que en mis espaldas sentía la presencia de personas que trataban de mirarla, pero yo estaba en medio tapándoles las vista concentrada en mi mini historia mental, después me puse analizar el tipo de pinceladas y seguí imaginando - aquí el loco se cayó, por que el corte de estos trazos son muy secos y después de forma irregular- acá se canso, se aburrió y tomo asiento por que toda esa parte es más lisa la textura, acá se puso a hablar por teléfono y no tenía papel y anotó un numero en una esquina por que las formas son como números.

En mi entretención y piscosour, me sentí critica, esto me gusta pensé, se que importante letrarse con respecto de estos temas, pero lo trascendental es si el arte es si te gusta o no, si colgarías este cuadro dentro de tu casa, independientemente de que convine con los muebles o la alfombra, ese cuadro dentro de todo representa algo de ti o de lo que quieres mostrar a las personas que te visitan, si la pintura la interpretas como parte de tu vida y con lo que te ocurre…o por ultimo si la encuentras linda y mirarla horas y horas te pone un poco más contento.

El ejercicio artístico o por lo menos mi critica al arte es ver que te hace sentir y lo más difícil sin tacto físico que para mi antes era fundamental, por que en muchas galerías te van a echar rauda y velozmente si tus dedos se acercan a la pintura.

Una amiga que es artista-antropóloga quizás me diría que estoy en lo cierto, o también me diría que es importante informarse y saber de estos temas, por que dentro de todo el arte es primordial dentro de las culturas y su historia, en la forma de expresión de la gente y las técnicas sucedieron dentro de un contexto que significa algo...yo no lo se
o para los más superficiales, el arte es importante en la decoración del inmueble y si combina con la alfombra.
mi mensaje va para aquellos que no entran a las galerias o no visitan museos por que creen no saber... eso ya no importa, el punto va en si le gusta lo que se muestra y quizas quien sabe ... aun queda piscosour

Dudas de la recta final

Me he cuestionado varias veces la carrera de periodismo, pensando que quizás esto no es la profesión tan noble como parece ser, me sigue gustando y mucho, ya estoy en quinto año y opciones de abandono son nulas, pero las decepciones que se ven en la practica se hacen mínimas cuando el querer escribir se vuelve una necesidad superior.

La primera desilusión fue cuando un estricto profesor burlesco de redacción durante el primer de año carrera, nos comunicó la dura noticia, una frase que ocupan recurrentemente los periodistas actuales como justificación a su mala información; “no hay verdad objetiva” uf! En ese momento alumna de primer año dije entonces; ¿voy a tener que escribir mentiras desde ahora? Alguien respondió de inmediato; “no serán mentiras, si no omisión de algunas cosas, desde ahora en adelante estarás amarrada a una línea editorial y no podrás escribirlo todo” , después descubrí que esto no era tan malo y ahí el cuestionamiento filosófico se apodera de tu mente y empiezas a debatir los conceptos verdad y la veracidad de las cosas vividas , los contextos que se desarrollan las cosas, las conocidas fuentes y el ver para creer, así, una parte de tu mente … la parte objetiva … se oscurece y te empiezas a convertir en periodista de verdad, de esos duros y casi desalmados.

La segunda fue cuando en un reporteo ví a unas periodistas de un distinguido diario capitalino, ocultar noticias por su bien propio para después conseguir otra información más importante, así, ocupando sus escasos atributos físicos, coqueteaban con uno de nuestros miembros del parlamento, pero para un serio diputado del país estas señoritas eran su entretención del día y galantemente las invito a un cafecito a su seria oficina en el segundo piso de su serio partido político… ahí con sensación de asco me imagine haciendo lo mismo y no me guste. Alguien me dijo que el periodismo era como la prostitución, por que se aprende en la calle, de hecho hasta me gusto la frase aparte de ser chistosa es cierta, los periodistas adquieren la mayor parte de su practica con los años de tanto caminar y la pelea por situar la grabadora en el mejor lugar. Pero el periodismo coquetón trásfugo medio asqueroso aun no es de mi agrado.

A pesar de la falta de ética que uno ve a diario, a pesar que aun existen periodistas que reportean en un programa que se llama SQP y a pesar de aprender a vender diarios con títulos que enganchen y tengan una doble lectura, el periodismo sigue siendo el arte de comunicar y para muchos el cuarto poder. Suena fuerte… pero ¿a quien no le gusta un poquito el poder? Por otro lado queda el mágico mundo del radio, ese que es casi intocable, de confianza y dedicado, voces roncas que se guían bajo los parámetros del periodismo de siempre… hay periodismo, periodismo, periodismo… quizás termine trabajando de enfermera!