
Vivo rítmicamente lo arrítmica que es mi vida. Conociéndome con cada año en un proceso de aún descubrirse y florecer. Probando sabores y vientos, destapo cada una de mis mañas. Y así consigo marcar la piel después de tanto aporreo, a veces cae un cariñito… a veces más veces y a veces más seguido.
Mi vida se vive con muchos sonidos... por que claramente esa es mi especie. Una muy común y lo digo con orgullo. Por que la vida puede ser común. Pero la esencia es lo dactilar, lo tuyo pero tan tuyo que ni tu lo entiendes. Y en arranques melancólicos encuentras que estas mal o te piensas muy loca y te cuestionas…Por que no soy como los demás?? Y eso es imposible, por que sabes dentro de ti que naciste para brillar. Siempre lo supiste, dejando la soberbia en la pieza de al lado, por que aquí no cabe y lo reafirman gráficamente los ojos de orgullo de tu madre, ante cualquier logro se iluminan y ni sus pestañas le hacen sombra a los focos de amor y satisfacción, que ni parpadean para no perderse un minuto de ti.
Y sigo acá en composición de la historia que uno debe cumplir, de los parámetros inculcados por eras, creados por gente más vieja que los antiguos. Quemando y enmarcando certificados aprobados de los niveles de cumplimiento. Y me gusta sentirme grande. Sentimiento que negué y rehusé asumir, pero, estoy acá releyendo lo que aprendí y repasando lo invertido. Y me siento bien… en calma y ansiosa esperando dormir las noches y despertar los días y así me siento mía … y soy mas mía que nunca.
Mi vida se vive con muchos sonidos... por que claramente esa es mi especie. Una muy común y lo digo con orgullo. Por que la vida puede ser común. Pero la esencia es lo dactilar, lo tuyo pero tan tuyo que ni tu lo entiendes. Y en arranques melancólicos encuentras que estas mal o te piensas muy loca y te cuestionas…Por que no soy como los demás?? Y eso es imposible, por que sabes dentro de ti que naciste para brillar. Siempre lo supiste, dejando la soberbia en la pieza de al lado, por que aquí no cabe y lo reafirman gráficamente los ojos de orgullo de tu madre, ante cualquier logro se iluminan y ni sus pestañas le hacen sombra a los focos de amor y satisfacción, que ni parpadean para no perderse un minuto de ti.
Y sigo acá en composición de la historia que uno debe cumplir, de los parámetros inculcados por eras, creados por gente más vieja que los antiguos. Quemando y enmarcando certificados aprobados de los niveles de cumplimiento. Y me gusta sentirme grande. Sentimiento que negué y rehusé asumir, pero, estoy acá releyendo lo que aprendí y repasando lo invertido. Y me siento bien… en calma y ansiosa esperando dormir las noches y despertar los días y así me siento mía … y soy mas mía que nunca.